ENTRE TODOS, PODEMOS!

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viernes, 22 de febrero de 2013

EL CLIMA DE UNA BUENA CLASE

Antes de iniciar a desarrollar el tema del clima del aula, es muy importante definir qué se entiende por clima de clase.
Podemos entender por clima de clase todo el conjunto de condiciones ambientales en que se desarrollan las actividades que se realizan en un aula. Las conductas problemáticas, aunque pueden aparecer en cualquier lugar y en cualquier momento, suelen darse cuando las condiciones son propicias, y, por ello, es necesario crear un clima de aula facilitador que haga más cómodo el trabajo escolar y más improbable la conflictividad. Entre las medidas que pueden contribuir a mejorar el clima de clase podemos destacar las siguientes:

1) Establecer límites en las primeras semanas de curso, y mantenerlos durante el curso.
2) Disponer de normas efectivas de convivencia que regulen el comportamiento más frecuente e importante.
3) Mantener una relación de empatía y confianza con los alumnos.
4) Entrenar a los alumnos en relaciones de reciprocidad, con especial incidencia en el respeto mutuo.
5) Conocer los roles de los alumnos y propiciar que contribuyan a la convivencia y no a la perturbación.
6) Detectar subgrupos perturbadores y reconducir su actitud.

ESTABLECER LÍMITES EN LAS PRIMERAS SEMANAS...Y MANTENERLOS DURANTE TODO EL CURSO.

Los límites en la clase se entienden como una línia imaginaria que separa las conductas aceptables de las no aceptables. Varían según cada maestro y cada grupo-clase.

Se deben establecer de forma inequívoca en las primeras semanas del curso, pues si no los acaban imponiendo los líderes negativos de la clase. Los límites se asientan durante las primeras semanas mediante un proceso implícito de negociación de límites que comprende dos vías de actuación: mientras el maestro intenta establecer límites y normas y las aplica, los alumnos problemáticos significativos ensayan conductas de tanteo e incumplimiento de normas, con el fin de desplazar los límites hacia sus preferencias y necesidades.
Los resultados de dicha negociación implícita determinan de forma bastante sólida los límites que van a imperar en la clase durante el curso.

Una vez que se han establecido los límites durante las primeras semanas, y, a pesar que a lo largo del curso se tengan que modificar ligeramente hacia una mayor permisividad por efecto del relajamiento y el desgaste, suelen permanecer bastante estables a no ser que circunstancias extraordinarias los hagan fluctuar (la sustitución del maestro, la incorporación de un alumno conflictivo,...). Conviene que el maestro evite el deslizamiento de los límites y se esfuerce en mantenerlos lo más estable posible.

Los límites, por tanto, deben estar claros, especialmente en lo que a las conductas significativas se refiere, que son aquellas que por su frecuencia, intensidad o impacto sobre la clase afectan decisivamente al desarrollo del trabajo escolar. La nitidez de los límites supone evitar las ambigüedades e incoherencias que se producen cuando un maestro permite una determinada conducta en algunas ocasiones y la prohíbe en otras.

ESTABLECER NORMAS EFECTIVAS DE CONVIVENCIA.

Las normas son el principal instrumento que utiliza un maestro o un centro educativo para establecer los límites que se consideran oportunos entre las conductas que van a ser permitidas y las que no. Con ellas se pretende crear un ambiente que de paso a la convivencia respetuosa en la que se imponga los derechos colectivos sobre las actitudes egoístas e insolidarias, pero no basta que haya normas, sino que han de cumplir con el criterio de efectividad, es decir, han de evitar y resolver problemas.

En la clase podemos distinguir dos tipos de normas:

1) Explícitas: son las que están redactadas por escrito y regulan la convivencia. Su efectividad depende, entre otras cosas, de los siguientes requisitos:
     - Han de ser pocas. Deben regular sólo aquellos comportamientos que afectan a la convivencia, ya que en un número excesivo de normas crearía un ambiente demasiado rígido.
    - Han de estar claras. No deben dejar a dudas sobre lo que pretenden.
    - Deben estar formuladas en positivo. Mejor indicar lo que se debe hacer que prohibir lo que no se debe hacer.
    - Tienen que ser cumplidas. Cualquier norma que se establece debe ser llevada a cabo en toda costa, ya que si una norma explícita se incumple sistemáticamente, se convierte en otra de signo contrario. Así, si una norma dice: "hay que ser puntual" y se consiente la impuntualidad habitualmente, los alumnos acaban entendiendo que la norma dice " se puede llegar tarde". Es preferible suprimir las normas que no se puedan hacer cumplir antes que admitir el incumplimiento habitual de las normas.
    - Flexibles. Deben modificarse cuando no cumplan la función para la que se han desarrollado.

2) Implícitas: Son las normas que, sin estar formalmente redactadas, rigen realmente el funcionamiento de la clase mediante la rutina, la costumbre y la conducta de tanteo de algunos alumnos. Con cada maestro se establecen unos hábitos de funcionamiento que acaban convirtiéndose en reglas presuntamente convenidas y aceptadas, y que acaban por conformar un clima determinado en la clase.

La contradicción entre normas explícitas  e implícitas se resuelve SIEMPRE a favor de las implícitas. Así, cuando una norma explícita dice que todos han de estar en clase con el material de trabajo, y alguien no lo tiene, y no se deriva ninguna consecuencia que repare la infracción de la norma, ésta acaba por convertirse en otra norma contraria que autoriza a estar en clase sin el material.

De esta hegemonía de las normas implícitas sobre las explícitas, podemos extraer las siguientes conclusiones:

- Cuando se detecta que una norma implícita está perturbando significativamente el desarrollo de la clase, conviene reconvertirla en una norma explícita de carácter positivo y hacerla cumplir sistemáticamente.
- No se debe fijar ninguna norma que no se esté en condiciones de hacer cumplir.

La fijación de normas provoca resistencias y lleva a algunos alumnos a realizar incumplimientos de tanteo, que buscan probar la reacción del maestro y averiguar si el cumplimiento de la norma va a ser obligatorio o no. El maestro debe mantenerse firme ante dichos tanteos, pues forma parte de la negociación de límites, y suelen extinguirse cuando el alumno comprueba que el maestro está decidido a hacer cumplir la norma.

La efctividad de las normas depende en gran medida de las consecuencias de su incumplimiento (y si no...) y de su cumplimiento (y si sí...). Si del incumplimiento de una norma no se deriva sistemáticamente una consecuencia disuasoria, la norma perderá su eficacia y acabará por incumplirse. De la misma manera, conviene aplicar de vez en cuando consecuencias positivas tras el cumplimiento de una norma para consolidarla. Enseñar a los alumnos a asumir las consecuencias de sus actos en vez de hacerles dependientes de premios y castigos, supone educarlos en la responsabilidad, ayudándoles a ser más maduros y autónomos.

Por poner un ejemplo, se proponen unas normas básicas que pueden servir para regular la práctica totalidad de las situaciones habituales en la clase y cuyo cumplimiento podría bastar para conseguir un buen clima en el aula:

1. El alumno ha de asistir a clase puntualmente, con el material, y trabajar sin molestar a los demás.
   Consecuencias del incumplimiento:...
   Consecuencias del incumplimiento reiterado: ...

2. Respeta ( a las personas y a las cosas) para que te respeten ( a ti y a tu cosas).
    Consecuencias del incumplimiento:...
    Consecuencias del incumplimiento reiterado:...

3. El maestro ha de atender a todos los alumnos y ocuparse de que aprendan, adaptando su enseñanza a las capacidades e intereses de todos y cada uno.
    Consecuencias del incumplimiento:...
    Consecuencias del incumplimiento reiterado:...

Técnica del caso: la elaboración progresiva de las normas de clase.

La técnica del caso, consiste en analizar las situaciones teóricas en Economía a partir de casos prácticos. En el mundo escolar se pueden aplicar a la hora de establecer las normas de clase, las cuales se pueden ir fijando a medida que se vayan presentando los problemas. Presenta la ventaja de que empieza por establecer prioritariamente las normas que regulan las situaciones más frecuentes y significativas. El sistema tradicional de tener todas las normas de la clase establecidas desde el primer día tiene el inconveniente de dar el mismo tratamiento a las normas que regulan problemas que probablemente no se den en todo el curso que a las que regulan rutinas de aparición casi diarias. Además, los reglamentos ya prefijados de antemano, al estar fuera del contexto práctico, aparentan menor credibilidad, pues surgen como un reglamento teórico de dudosa aplicación futura y de fácil olvido.



REGLAMENTO TRADICIONAL
REGLAS DE ELABORACIÓN PROGRESIVA
Se fijan muchas normas, algunas innecesarias.
Se fijan sólo las necesarias.
Todas las normas aparecen con igual importancia.
Quedan resaltadas las normas con mayor importancia.
Todas las normas se establecen al mismo tiempo.
Se establecen antes las normas más urgentes.
Se presentan fuera de contexto, de forma teórica.
Se presentan de forma práctica y actual.
No se tienen en cuenta las circunstancias que rodean a cada situación.
Se contemplan todas las circunstancias que acompañan a las situaciones.
El alumno las vuelve a ver como algo externo y teórico.
El alumno las vive como algo propio y práctico.
No se aprovecha la posibilidad de usar la elaboración de normas como un contenido actitudinal.
Ayuda a los alumnos a crecer en su desarrollo moral, a tomar decisiones, a asumir responsabilidades.


Un modo de establecer normas de forma progresiva es el siguiente:

1) El maestro explica las razones por las que es necesario establecer una norma para la rutina negativa que se ha producido.

"Es probable que este hecho se vuelva a producir durante el curso, por lo que hay que encontrar una solución aceptada por todos, para evitar que vuelva a ocurrir".

2) Se establece una norma que regule la rutina negativa por consenso, tras un debate abierto del maestro con consulta del grupo.

3) Mediante una lluvia de ideas, se establecen las consecuencias del incumplimiento de la norma, así como de su reirteración. Se anota en la pizarra la norma aprobada, y cada alumno va proponiendo una consecuencia delm incumplimiento. Finalmente, se selecciona la que se considera más adecuada.



NORMA
CONSECUENCIA DEL INCUMPLIMIENTO
CONSECUENCIA DEL INCUMPLIMIENTO REITERADO
 
 
 
 
 


4) Cuando vuelve a aparecer la rutina perturbadora, se aplica automáticamente la consecuencia establecida, sin explicaciones innecesarias, mediante algún gesto que indique al alumno que tiene que asumir la consecuencia decidida de antemano.


ENTRENAMIENTO EN RECIPROCIDAD: EL RESPETO MUTUO.

La reciprocidad consiste en dar y recibir lo que se da. Se apoya en el principipo que considera a todas las personas como seres iguales con los mismos derechos y obligaciones. Las relaciones maestro-alumo pueden estar reguladas en gran medida por este principio pues, excluyendo el papel conductor de la clase que tiene encomendado el maestro, gran parte de las interacciones sociales mestro- alumno sin intercambios entre personas que tienen derechos y deberes similares. Ambos tienen derecho a la dignidad y al respeto por parte de los demás, y tienen el deber de respetar y de asumir la responsabilidad de sus actos.

Las relaciones de reciprocidad son una alternativa a las relaciones maestro-alumno basadas en la igualdad, la obediencia y el temor al castigo. La petición de reciprocidad al alumno lo hace más autónomo moralmente y favorece su desarrollo personal, educándolo en la responsabilidad.

Dentro de las relaciones de reciprocidad, elrespeto mutuo es la dimensión fundamental para construir una relación de convivencia positiva y democrática. Que el maestro respete al alumno en sus facetas personal y académica, al tiempo que exige respeto a los derechos propios y a los de los demás alumnos, favorece relaciones sociales responsables. Fernández (1998) resume en una frase la filosofía de la reciprocidad:

"No hagas conmigo lo que no desees que yo haga contigo".

De esta idea central se pueden desarrollar otras en relación con otras situaciones concretas:

" No me hables como no quieres que yo te hable".
"No me trates como no quieres que yo te trate".
"Sé correcto conmigo y yo lo seré contigo".
"Respétame si quieres que yo te respete".
"Atiéndeme si quieres que yo te atienda".

Pero la reciprocidad y el respeto mutuo no aparecen espontáneamente, sino que deben ser aprendidos y practicados diariamente hasta acabar convirtiéndose en un estilo de actuación en las relaciones interpersonales maestro-alumno y alumno-maestro. Es de utilidad para establecer relaciones de reciprocidad hacer esporádicamente a los alumnos que muestren actitudes irrespetuosas con el maestro (o con sus compañeros) y preguntarles:

¿Cómo quieres que te trate?
¿Cómo crees que me estás tratando?
¿Sabes cómo me gustaría que me tratases?
¿Me estás respetando como yo a ti?
¿Te estoy faltando al respeto? Entonces, ¿Por qué tú me lo faltas a mi?


MANTENER UNA RELACIÓN EMPÁTICA CON LOS ALUMNOS.

Por empatía entendemos la conexión afectiva entre los alumnos y el maestro, que redunda en una mayor satisfacción en la clase y da al maestro capacidad de influencia sobre sus alumnos. Supone ponerse en el lugar del otro y percatarse de los sentimientos que está experimentado. Los alumnos problemáticos suelen moderar sus conductas inapropiadas con maestros que "les caen bien"  y, sin embargo, acentúan su conflictividad con otros maestros que "les caen mal". Por ese y otros motivos es aconsejable una atención especial a la relación con os alumnos, para lo cual conviene:

- Adoptar una actitud positiva, de ayuda.
- Conocer a los alumnos, intentar comprenderlos.
- Saber como nos ven.

Uno de los espacios muy importantes a la hora de trabajar la empatía con y para nuestros alumnos es la denominada TUTORÍA. Este apartado de real importancia se desarrollará en un artículo separado de este con el objetivo de poder ser de utilidad a todos aquellos que busquen información en concreto sobre el tema.















 

1 comentario:

  1. Me congratula pensar que este artículo le sea de utilidad a alguien que desempeña su labor vicacional relacionada con la educación.

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